Irresistible seducción by B. E. Raya

Irresistible seducción by B. E. Raya

autor:B. E. Raya [Raya, B. E.]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2024-10-03T22:00:00+00:00


CAPÍTULO 11

Regresaron a casa bastante noche; la primera parada fue el departamento de Demet; donde se quedarían ella y Breé, por supuesto. Después, Diego las llevaría a Vicky y a ella a su departamento antes de seguir el rumbo a su casa. Al menos ese fue el plan; hasta que Vicky decidió bajarse en la primera parada.

—Mañana quedé de ir a casa de mis padres a desayunar antes de regresar a la universidad. Tengo mucha tarea pendiente. La casa de Demet me queda más cerca.

La expresión de Vicky se ensombreció rápidamente.

—Vicky, sé que estás molesta; pero si no hablamos, el problema simplemente crecerá.

Comentó desesperada.

>>—No quiero dormir sin ti. Ven a casa conmigo; yo te llevaré temprano a casa de mis padrinos.

—Puedes quedarte aquí también si quieres. Compartiremos el sofá cama y Breé puede dormir con Demet.

Dándole la espalda, empezó a dirigirse hacia el apartamento. Breé había subido un minuto antes y Naryn sabía que a su espalda estaban Demet y Diego intentando ser discretos. Miró al cielo pidiendo paciencia.

—Tú tienes la culpa por ser tan promiscua como nuestro hermano Osiel.

Se burló su hermana Demet.

—Cielo, por favor.

Intervino Diego.

—¿Qué?

—Prudencia por favor.

—Pero lo que digo es verdad. Jamás me imaginé que…

—¿Qué cosa?

Interrumpió a su hermana.

>>—¿Acaso no tenía derecho a tener una vida sexual?

Se giró hacia Demet.

>>—¿Por qué cuando un hombre tiene varias amantes ante la sociedad es un héroe y una mujer, si tiene varias aventuras, es una puta?

Miró a su hermana con disgusto. Diego hizo una mueca incómoda.

—Yo nunca dije que eras una puta.

Comentó su hermana ladeando la cabeza.

>>—Tranquila, solo bromeaba. Comprendo la situación. Tienes treinta años, Naryn; es comprensible que a lo largo de tu vida te divirtieras un poco. Pero Vicky apenas tiene veinte años. Es muy joven e inmadura. Eres su primer amor y…

—El segundo.

Corrigió a su hermana.

>>—Recuerda que el primero fue nuestro promiscuo hermano.

Naryn cruzó los brazos.

>>—Y ni siquiera puedo decir que yo sea el segundo amor. Ya que jamás ha dicho las palabras.

—Naryn…

—No, tranquila. Siento que todo esto se está yendo al carajo. Tengo un pasado y no puedo seguir disculpándome a cada segundo. ¿Acaso tú le has reclamado a Diego por cada novia que ha tenido?

—Evitamos hablar sobre nuestros ex.

Comentó Diego sosteniendo a Demet por la cadera.

>>—También soy del tipo celoso, por eso hicimos el trato de jamás hablar de ello.

—Cierto.

Confirmó Demet.

>>—Por la salud mental de ambos es mejor así.

—Mi mala suerte es que mis ex amantes ahora están apareciendo constantemente en mi vida para arruinarla. Creo que algo hice mal en otra vida y la estoy pagando.

—Si eso es mala suerte.

Demet se separó de Diego y se aproximó a su hermana.

>>—No lo tomes personal. Solamente deja que Vicky se calme. Después podrás conversar con ella apropiadamente.

—No quiero dejarla.

Su hermana la sujetó de la mano.

—No lo hagas. Quédate esta noche. Les dejaré mi cama y a Breé que duerma en el sillón.

Naryn enarcó la ceja.

—¿Y tú a donde iras?

—Conmigo, obviamente.

Comentó Diego atrás de ellas. Demet frunció los labios.

—Me sacrificaré por ti, para que veas que soy buena hermana.



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